Reminiscencias, mucho para charlar

Una muestra de afecto fácil y significativa es dedicar un rato a hablar con un adulto mayor. Sea de nuestra familia o no. Solemos estar apurados, hacer preguntas al pasar, y seguir nuestro camino, pero una llamada, una conversación cara a cara o una video-llamada pueden ser una gran muestra de amor y atención. 

Pero cómo empezar la charla? Qué preguntar? Qué decir? Hablar del clima? De temas de salud? De política? 

Una buena idea es orientar la conversación como “Charlas de Reminiscencias” Sirven para pensar y hablar sobre la propia experiencia de vida y para poder compartir recuerdos. Se utiliza  de manera formal, terapéutica y dirigida por un profesional, pero se puede hacer de manera informal y sencilla entre adultos mayores familiares y amigos.

Yo recomiendo, si lo hacen, buscar charlar sobre recuerdos que sean alegres y experiencias positivas. 

Estas charlas estimulan en los mayores la comunicación, la expresión y la memoria episódica, entre otras funciones. Son muy entretenidas si se orientan bien, porque en general tienen mucho para compartir. 

Acá les dejo algunos temas disparadores para poder charlar: la primera infancia, la escuela, la adolescencia, el hogar, la familia, las modas, los cumpleaños, películas, la boda, la luna de miel, las vacaciones, el primer trabajo, cómo aprendió a manejar, quién le enseñó..? No tiene que ser largo, ni tan íntimo, ni incomodar.. 

Está bueno involucrar a los más chicos y sumar a los adolescentes que pueden pensar algunas preguntas simples y compartirlas en una llamada y hacer de la charla una oportunidad de conexión y amor.

Somos nosotras el nexo entre nuestros hijos y los abuelos, animémoslos a hablarles y a conectarse también!

En tu casa ¿Hablan los chicos con los abuelos? ¿Tienen tema de conversación? Son los abuelos los que llaman? O ustedes hacen el contacto con ellos? 

¡El tiempo vuela! ¡Tratemos de llamar mas seguido! Y no olvidemos a tíos mayores, amigos de la familia y vecinos que también tienen mucho para contar y necesitan hacer contacto, ser escuchados y recordados. 

La alegría no es solo para la persona mayor que recibió el llamado, los que llamamos también se nos llena el corazón de alegría y satisfacción..

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